Palacio La Moneda
En 1846, a instancias del Presidente Manuel Bulnes, el edificio se convirtió en residencia presidencial y sede del gobierno, si bien hasta 1922 se realizaron en él labores de acuñación. El inmueble ha sido objeto de diversas modificaciones a través de los años, introducidas por los diversos mandatarios. El entorno de La Moneda fue objeto de una gran remodelación a partir de 1930, que dio realce a su fachada sur, constituyó las plazas en ambos frentes y rodeó al Palacio de austeros edificios destinados a albergar instituciones públicas. La última gran restauración que se le hizo fue motivada por la penosa destrucción de que fuera objeto a raíz del golpe militar de 1973. Estuvo a cargo de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y culminó en 1981; buscó restituir plena vigencia a la concepción original de Toesca.
El Palacio conserva hoy el estilo, fuerza y armonía que le imprimiera su artífice; ello, unido a las funciones que ha cumplido, hace que todos los chilenos sientan su gran valor patrimonial.